martes, 13 de mayo de 2014

Esto es una partida de rol y aquí se viene a comer



Esto es cierto, en las mesas de rol se suele comer. Si, se da el caso de partidas donde el master de turno (o en su defecto el dueño de los libros) prohíbe comer y beber en la mesa, pero seamos sinceros, eso suele durar poco: o bien se acaba comiendo o bien se acaba la partida.

Dicho esto, merece la pena dedicar un somero repaso a lo que se suele ingerir en una partida de rol:

-Snacks de patata y/o maíz: Lo más abundante, lo que en todas las mesas en las que me he sentado había. Desde las tradicionales patatas fritas, los nachos o incluso las palomitas, siempre hay en abundancia como alimento principal (y a veces único) o como acompañamiento

-Chucherías: dulces, gomosas, de sabores y colores delirantes.

-Comida rápida: Dominada por la omnipresente pizza, que permite comer sin parar la partida, la comida rápida se ha ido haciendo hueco en las mesas desde bien pronto. La comida oriental (ya no le llamaremos china), hamburguesas y mas recientemente los kebab también se han abierto paso hacia las mesas de juego, los corazones y los estomagos de los roleros.

-Restos de desesperación: Con la comida acabada, en altas horas de la noche y mucha partida por delante el rolero tiende a usar la imaginación. En casos extremos encontramos olivas rellenas de algún sabor raro (y que por eso seguían sin abrir), polvorones que sobraron de navidad, fruta (¡¿?!) y otras delicatessen que harían vomitar a una cabra.

Y visto lo que se come, no debería aquí faltar una lista de lo que se bebe.

Refrescos: De todos los tipos y colores, incluso bebidas isotónicas (estamos hechos unos deportistas de tomo y lomo…). Hay que decir que las más populares son aquellas con abundante cafeína, o incluso un exceso de la misma y otros extractos en las llamadas “bebidas energéticas”, que te hacen ir espitoso pero no te quitan el sueño.

Cerveza: No le demos más vueltas, jugando a rol se bebe mucha, algún rolero se ha planteado sondarse para no tener que parar la partida e ir a mearla…

Café: La noche es joven, la partida larga, el café es barato y te mantiene despierto… sobran argumentos.

Licores: Afrontémoslo, se beben pocos licores en las partidas, salvo en algunas excepciones donde la partida se torna memorable aunque luego nadie se acuerde de ella.

Agua: Ocupa en la mesa de rol el papel de “restos de desesperación” de alguna comida, cuando no queda nada más, agua.

Y ahora os estaréis preguntando, porqué estas listas, que pretendo con ellas. Pues es bien sencillo, hablar sobre la etiqueta en la mesa. Si las mesas de alto copete tienen su protocolo, las mesas donde se juega a rol no deberían ser menos.

Pero francamente, no está el patio como para ir poniendo normas de comportamiento, un poco de sentido común, cuidado de no manchar el material y tener los dedos limpios antes de tocar dados, que sino da mucha grima.

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